Libros infantiles de 0 a 3 años
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Cerrar¡Mírate al espejo y saca la lengua como si fueras una inquieta ranita o frunce el ceño como un oso enfadado! Los más pequeños aprenden con esta historia a reconocer las emociones mientras imitan a los animales en su alegría, su tristeza, su nerviosismo y... ¡su miedo!
Las parejas de animales de este libro pueden parecer diferentes, pero comparten algo muy importante: viven en el mismo espacio, hacen las mismas cosas o tienen el mismo tamaño.
Amanece en la granja y sus alrededores. ¿Quién cacarea tan temprano? ¿Quién ladra con tanta alegría? ¿Quién croa bajo la lluvia?
El pequeño conejo de este libro está muy apurado porque necesita ir con urgencia al servicio… ¡pero todos están ocupados por los personajes más inesperados! Una bruja, un lobo e, incluso, un unicornio… ¿Conseguirá aguantarse las ganas hasta encontrar un baño libre?
¡El pequeño ratón se siente inseguro! Mientras deshoja una flor, se pregunta cuánto le quiere su mamá. Pronto comprobará que el amor que ella siente por él puede ser fuerte como un león, único como la danza de las mariposas o profundo como el océano de los peces.
Libros que permiten al niño jugar a Veo, veo. Al desplegar la cartulina, el animal de la cubierta se va trasformando en otros cuatro muy distintos. ¡El último de 70 cm!
Libros que permiten al niño jugar a Veo, veo. Al desplegar la cartulina, el animal de la cubierta se va trasformando en otros cuatro muy distintos. ¡El último de 70 cm!
Libros que permiten al niño jugar a Veo, veo. Al desplegar la cartulina, el animal de la cubierta se va trasformando en otros cuatro muy distintos. ¡El último de 70 cm!
Libros que permiten al niño jugar a Veo, veo. Al desplegar la cartulina, el animal de la cubierta se va trasformando en otros cuatro muy distintos. ¡El último de 70 cm!
¡Desliza a la pequeña conejita por el laberinto troquelado para conseguir que llegue sana y salva a la madriguera sana con su mamá!
¡Desliza al pequeño tigre por el laberinto troquelado para conseguir que llegue sano y salvo a la guarida con su mamá!
Todas las noches sucede lo mismo cuando llega la hora de que los niños se vayan a dormir, pero también hay diferencias: unos no han terminado de jugar, otros tienen frío o hambre, y alguno tiene la cama ocupada por sus peluches.