También son los creadores del modelo Emoprende, un proyecto que aúna diferentes perspectivas educativas y psicológicas (como neuroeducación, educación emocional o disciplina positiva) para fomentar las competencias socioemocionales. Puede servir de guía en un proceso de reflexión personal para facilitar un cambio de mirada hacia la infancia y la adolescencia. Además, permite también a los adultos conocerse mejor y gestionar de manera adecuada las emociones para situarse ante los hijos e hijas con la mejor versión de ellos mismos. 

Emoprende es, por un lado, una apuesta explícita para atender las necesidades que tienen todos los miembros de la familia en el hogar. Y por otro, una apuesta para generar y potenciar las habilidades fundamentales para la vida y las competencias socioemocionales necesarias. Esto facilitará que los hijos cubran sus necesidades básicas, siendo capaces de relacionarse con ellos mismos y con los demás, de manera exitosa, en un entorno familiar respetuoso, seguro y amable.