Libros infantiles con troqueles
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Orión es un niño con miedo a la oscuridad. Cada noche inventa ingeniosas estrategias para vencer su temor: desde comer muchas zanahorias a imaginar gafas especiales. Pero todo cambia cuando la Oscuridad cobra vida.
La curiosa Alicia, el autoritario Conejo Blanco, la imponente Reina de Corazones, el Sombrerero Loco… Todos los personajes del increíble mundo creado por Lewis Carroll figuran en el homenaje que el gran ilustrador francés Benjamin Lacombe ha querido realizar con motivo del 150º aniv
¡Ayuda a Gatito a transformar sus zanahorias en puré, lavar su camiseta, poner el lavaplatos, secar su ropa y hacer unas galletas!
Es sorprendente cómo los árboles cambian con cada estación y cómo son el hogar de muchos animales. Este libro es perfecto para dar respuesta a la curiosidad que sienten los peques por el funcionamiento de la naturaleza.
Todos lo bebés reciben su beso: un besito de amor en la nariz del ratón, un besote gigante en la trompa del eelefante..., pero ¿ para quién será el beso más grande de todos?
Para que puedas moverte, sentir, respirar y crecer, tu cuerpo trabaja en equipo.
Tras haberse burlado de un duende, el travieso Nils sufre un hechizo que lo convierte en un ser diminuto. Esto lo animará a volar a lomos de Martín, un joven ganso, en un maravilloso viaje cargado de aventuras y experiencias.
El tiempo cambia constantemente. ¿Te has preguntado cómo?
Gira la rueda y descubre lo que siempre has querido saber de fenómenos atmosféricos como el viento, la lluvia, los rayos..., todo contado de una manera lúdica, con información práctica e ilustraciones a toda página.
¡Sorpresa! En mitad del campo aparece un misterioso objeto ovalado que parece llamar la atención de cada animal que lo encuentra. Va pasando de mano en mano: del oso al ratón, al zorro o a la rana. Nadie sabe lo que es pero todos lo quieren y exclaman «¡Es mío!» cuando lo tienen entre sus patas.
Un libro en cartón duro con esquinas recortadas, preciosas ilustraciones y solapas desplegables troqueladas para que los más pequeños descubran algunos animales domésticos y su entorno.
Para que una cita salga bien hacen falta, como mínimo, dos personas. Se fijan un lugar, un día y una hora: por ejemplo, las doce en punto. Si las dos personas en cuestión, las que han quedado, acuden al susodicho lugar, día y hora, ENTONCES lo más probable es que la cita sea un éxito.
