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Las aventuras de un detective muy gatuno

Edelvives acaba de publicar las dos primeras entregas de las andanzas de El detective Gatlock, un divertido texto de Sébastien Perez acompañado por las ilustraciones de Benjamin Lacombe, para nuestros lectores de más de siete años.

Las aventuras de un detective muy gatuno
Literatura 22 Febrero 2021

¡Gatórcholis! ¿No dicen que los gatos tienen siete vidas? Pues yo estoy segura de que nuestro protagonista tiene aún más y en cada una de ellas va a disfrutar de una nueva aventura que lo llevará a lugares y épocas diferentes. Así irá haciendo montones de nuevos amigos, ¿quieres ser uno de ellos?

El primer libro, La desaparición de los ratonesse desarrolla en 1975 en una casa de vecinos con sus típicos balcones y buhardillas del París más emblemático, en el que la torre Eiffel, Notre Dame o la cúpula del Sacre Coeur aparecen al fondo. Gatlock conoce a doña Marcela, una vieja dama que desprende un delicioso olor a lavanda y, enseguida, se da cuenta de que va a ser la dueña perfecta. En cuanto el felino le pone ojitos dulces, ella no lo duda dos veces y se lo lleva en su cesta de la compra entre las cebollas y las zanahorias. En su nuevo hogar conocerá a la ratoncita Magali y ambos se harán íntimos amigos. Pero un estremecedor suceso les espera: Magali desaparece y, con ella, todos los ratones del barrio. Rápidamente, nuestro protagonista se lanza a investigar, ayudado por otros vecinos, y no parará hasta esclarecer el misterio y encontrarla.

Las croquetas envenenadas es el segundo título de la colección. Esta vez la historia se desarrolla en Nueva York en 1917. Los Pet Shop Dogs, una banda de perros callejeros con Ed el Chuleta, un perro de orejas puntiagudas, y Joe, un cocker con flequillo descuidado, acusan al clan de los Gattuccini de envenenar sus croquetas. Gatlock se ofrece para averiguar quién es el verdadero culpable. En sus pesquisas estará acompañado por Claudia, una paloma bizca a la que, a veces, le patinan un poco las neuronas. ¡Por mis bigotes gatunos!, ¿creéis que serán capaces de restablecer de nuevo la paz entre los animales?

Este es el comienzo de una serie dedicada a nuestros fieles amigos de cuatro patas, fruto de la talentosa sociedad creativa formada por Sébastien Perez (Beauvais, 1975) y Benjamin Lacombe (París, 1982). Como es habitual, Perez es el encargado de poner las palabras creando unos textos llenos de humor, intriga e ingenio donde no faltan las referencias a historias clásicas como El ratoncito Pérez, El flautista de Hamelín o La dama y el vagabundo. El ritmo es tan fluido y trepidante que no podremos dejar de leer. Lacombe es el mago que pone cara y color a los actores. Siempre ha sentido pasión por dibujar perros y gatos e incluir a los suyos en sus libros se ha convertido en una especie de juego con los lectores. Aquí, como los destinatarios son los niños, ha creado unos personajes capaces de transmitir, de un vistazo, miedo, alegría o sorpresa. Gatlock es de color azul con las orejas, las patitas y la punta del rabo blancos. Pero lo que de verdad le caracteriza son unos enormes ojos llenos de perspicacia e inteligencia y, al mismo tiempo, de una infinita ternura. ¿Dónde crees que le veremos la próxima vez?