Tomaxitaren etxea, txikia baina erosoa katuarekin bizitzeko txukun eta gozoa. Tomaxitak, ordea, lagun asko hartzen ditu etxean bakoitzari gela bat egiten dio ziztu batean eta, azkenean, berak utzi behar auzoa.
La Lídia i en Miquel són dos amics que busquen l’esperit de les llegendes en la vida de cada dia. Tots dos saben versions ben diferents de la de Sant Jordi, que representa el triomf del Bé sobre el Mal.
Rosa va al desierto del Sahara con su padre, que le regala una rosa cristalizada. Resulta ser un objeto mágico: un espejo de piedra que refleja el interior de las personas. La niña es secuestrada por los tuareg, que exigen que les dé el espejo. Según ellos, pertenece a su pueblo.
Juan es un niño gordito que no corre muy deprisa ni aguanta el ejercicio físico; sus amigos le gastan bromas por esta razón y él no se siente muy bien. Un día, en la playa, encuentra una foca, y la cuida como si fuera un animal de compañía sin decírselo a nadie.
Un chico habla de su amigo Lucas, casi su opuesto. Lucas está gordo, es introspectivo, patoso... Él, por el contrario, es poco reflexivo y dado a la acción. Pero son muy amigos. El narrador, de 8 años, tiene una hermana de 14 años con la que discute a menudo.
Cada tarde, Lolo e Inés emprenden viajes fantásticos a lugares desconocidos en un coche abandonado. Un día observan en la plaza de su barrio cómo un viejo vagabundo inspecciona las papeleras buscando algo de comida.
Rosa ha llegado al polo Norte con su padre. En el fascinante paisaje de hielo conocerá las curiosas costumbres de los esquimales y se hará amiga de los animales del lugar. Sin embargo, pese a la aparente tranquilidad, el peligro acecha, pues el malvado Tuluak trama un oscuro plan.
Luis, cuando sea mayor quiere ser héroe como el Justiciero Volador. Por eso, ha pedido un traje especial, una capa roja y unas botas con turborreactores.
En las llanuras del Tíbet vive Lin Chu, un niño de poco más de once años que ha estado entrenando su caballo para competir en la carrera más importante del país. El Dalai Lama, un niño de su misma edad, va a presidir esta importante competición.
El temible pirata Pendenciero no solo es el terror de los siete mares. También es un hombre despistado, dormilón, melancólico y, sobre todo, tremendamente llorón. Tras varios meses de navegar y atacar barcos, vuelve a casa, pero, ¡qué atolondrado!, ha perdido el botín.
Luisa comienza escribiendo cosas acerca de su hermana Julia respondiendo a la petición de su profesora, quien le solicita una redacción sobre una persona con la que viva.