Libros infantiles de autoestima
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CerrarHoy el pequeño zorrito Samu ha encontrado algo: ¡Un adorable conejito de trapo! Le llamará Peluchita y no se querrá separar de él porque le gusta mucho, mucho, mucho. Después, descubre que se llama Susi y pertenece a su amiga Bu, que está muy triste por haberla perdido.
Hoy Samu ha encontrado una caja. ¿Qué será? ¡Parece un regalo! El pequeño zorrito se muere de ganas de abrirlo y a Bu le pasa lo mismo. Abren solo un poquito y… ¡ven que es una tarta! Prueban solo un poquito… hasta que aparece Miel y se pone muy triste.
El sol es perezoso, le gusta mucho dormir y se le pegan las nubes. Y es el canto del gallo el que lo pone en movimiento. Pero Nino Gallo se acostó con la garganta enrojecida y sin poder decir ni un «Ki».
Carlota está harta de ser la más bajita. Para evitar las burlas de sus compañeros y los comentarios de los adultos, ha tenido una idea brillante: repetir curso. De esta manera estará con compañeros de su altura.
Cosme no es como los demás conejos. Él lo intenta, por supuesto, y asegura que sueña con zanahorias, igual que todos. Zanahorias grandes y naranjas. ¿En serio? ¿Él? Por suerte, Cosme se atreverá, por fin, a ser diferente, con ritmo y alegría. ¡Porque ser tú mismo es lo mejor que puedes ser!
¡Mírate al espejo y saca la lengua como si fueras una inquieta ranita o frunce el ceño como un oso enfadado! Los más pequeños aprenden con esta historia a reconocer las emociones mientras imitan a los animales en su alegría, su tristeza, su nerviosismo y... ¡su miedo!
El castillo está ardiendo y todos echan la culpa al de al lado. ¿Podrán resolverlo al final todos juntos?
Cuando Teo se cae con los patines, todos sus planes se van al garete. Ya no puede jugar al fútbol, ni acudir a la fiesta de cumpleaños de su amiga Mila... Se pone de un humor de rinoceronte malhumorado y piensa que sólo a él le pasa.
Los pequeños protagonistas de este libro aprenden lo importante que es ser amables con los demás: esperar nuestro turno con paciencia, saludar, dar las gracias...
El pequeño conejo de este libro está muy apurado porque necesita ir con urgencia al servicio… ¡pero todos están ocupados por los personajes más inesperados! Una bruja, un lobo e, incluso, un unicornio… ¿Conseguirá aguantarse las ganas hasta encontrar un baño libre?
Los padres de Raúl explican a su hijo que los indios, las princesas, los vaqueros..., todo el mundo va al servicio. Así que Raúl decide que, si todo el mundo va, él también.
Hay expresiones que una maestra jamás diría ante sus alumnos: «Quédate el chicle y cuando hayas terminado no olvides pegarlo debajo del pupitre» o «Aquel que no tenga folios puede pintar sobre su mesa».
Ese tipo de comentarios impensables son los que reúne este divertido álbum.