El bienestar es la parte visible de la felicidad. Y se puede lograr cuando se aprende a gestionar las emociones.
El bienestar emocional consiste en gestionar el corazón con cabeza y la cabeza con corazón. Esa es la función sana de la emoción.
El subtítulo de este texto encierra encuentros desde la vida y para la vida. Esa mochila que vamos llenando de rostros, de gestos, de abrazos, de risas y de lágrimas, de conversaciones en la barra de un bar o en el banco de la Iglesia.
¿Por qué no nos comportamos igual en un restaurante lleno de gente que en una catedral al atardecer? ¿Por qué un adolescente y una persona mayor necesitan entornos diferentes para sentirse a gusto?
¿No te parece que la educación, como tarea comunitaria, ya no puede reducirse únicamente a la transmisión de información? Vamos descubriendo que la educación conlleva, como ingrediente vectorial y esencial, el acompañamiento y el cuidado de una generación a la siguiente.
Pocas figuras de la historia de la Iglesia española han suscitado tanta división de opiniones como Vicente Enrique y Tarancón. Él lo sabía y jugó su papel con inteligencia. Pero, la historia, a veces, tiene estas paradojas.
Hablar de la resurrección es atreverse a contar la historia del Dios de Jesús, narrando la historia sufriente de los seres humanos.
Una serie de composiciones que nos indican lugares hacia los que deberíamos volver la mirada. En el libro, Juan Yzuel y José Luis Cortés nos escriben sobre la importancia de la música en la evangelización y los compositores nos ofrecen pistas para trabajar sus temas.
Estamos llamados a dar lo que somos, a revelar lo que llevamos dentro al mundo y a los otros.
Una mirada al mundo de los caballeros y sus torneos y a la vida de los campesinos; al nacimiento de la burguesía y la expansión del comercio; a la Roma de los papas, las campañas de los cruzados y las relaciones con el islam… El mundo de principios del siglo XIII se nos descubre en esta novela de
Asumir el reto de cultivar la espiritualidad infantil y juvenil nos exige un requisito previo: activar y desarrollar nuestra propia espiritualidad.