Libros infantiles de autoestima
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CerrarLos personajes de este libro encuentran un misterioso objeto y dejan volar su imaginación. ¿Será un florero? ¿Un sombrero? ¿Un lugar para bañarse? Finalmente, descubren que es un orinal, perfecto para aprender a hacer caca y pipí de manera autónoma.
Los motores rugen, el público anima y la carrera está a punto de empezar. El piloto de coches de carrera entrena todos los días para ser el más veloz sobre la pista. Una divertida mirada a la más rápida de las profesiones.
A la casita de gran ciervo llega conejo corriendo deprisa porque viene el lobo. Ciervo le abre rápido la puerta y se dan la mano. Y lo mismo sucede con cerdito y con osito. Cuando por fin llega el lobo... ¡Sorpresa! ¿Qué le habrán preparado?
Los animales están emocionados: ¡el rey del bosque llegará a medianoche! Todos van con ilusión a recibirlo. Llevan sus objetos más preciosos para regalárselos.
Un famoso cuadro ha sido robado del Museo Metropolitano de Nueva York, conocido como el MET, y la Interpol acude a los mellizos detectives para que atrapen al ladrón. Descubre tú también al culpable y resuelve el caso siguiendo las pistas y buscando con ellos a los sospechosos por los escenarios
Rómulo creció solo y asustando a los vecinos. Una manada de lobos lo invita a que les acompañe, pero él no acepta. Más tarde los echa de menos, los busca y disfruta de la vida en común.
Este es primer el libro de una colección, que tiene como protagonista a una liebre, en la que se pueden disfrutar de unas preciosas ilustraciones llenas de color.
La liebre protagonista de esta colección realiza un nuevo viaje que está ilustrado con gran detalle.
Hoy el pequeño zorrito Samu ha encontrado algo: ¡Un adorable conejito de trapo! Le llamará Peluchita y no se querrá separar de él porque le gusta mucho, mucho, mucho. Después, descubre que se llama Susi y pertenece a su amiga Bu, que está muy triste por haberla perdido.
Hoy Samu ha encontrado una caja. ¿Qué será? ¡Parece un regalo! El pequeño zorrito se muere de ganas de abrirlo y a Bu le pasa lo mismo. Abren solo un poquito y… ¡ven que es una tarta! Prueban solo un poquito… hasta que aparece Miel y se pone muy triste.
El sol es perezoso, le gusta mucho dormir y se le pegan las nubes. Y es el canto del gallo el que lo pone en movimiento. Pero Nino Gallo se acostó con la garganta enrojecida y sin poder decir ni un «Ki».